Las Cajas de Vida de Paco Volantes

Paco Volantes tiene su finca en el Andévalo de Huelva. Ha sido testigo de la muerte de muchos árboles. En los últimos 10 años, más de 2 millones de árboles mueren sólo en las dehesas andaluzas a manos de un hongo que, hasta ahora, había convivido con encinas y alcornoques: La Seca.

Sus cajas de biodiversidad o Cajas de Vida son unos nidos de madera muy especiales. En él anidan algo más que pajarillos. Tiene 3 cavidades diferentes:

1- La superior, donde se alojan aves insectívoras. Estos pajaros eliminan especialmente las larvas, esos pequeños gusanos que se alojan en la corteza de los árboles mientras crecen, convirtiéndose en insectos que se vuelven una plaga.

2- La intermedia, donde se alejan murciélagos. Estos pequeños mamíferos voladores, se alimentan de gran cantidad de insectos, protegiendo el árbol y su fruto antes de que puedan ser "picados".

3- La inferior, donde se alojan insectos. ¿¡INSECTOS!?.... Pues sí, no todos los insectos provocan daño. Otros son muy beneficiosos y realmente necesarios para mantener el equilibrio del ecosistema. Una dehesa callada, es una dehesa muerta.

Podemos echar una mano para que esos equilibrios se vuelvan a componer si apoyamos especies que pasan desapercibidas, pero que tienen funciones clave en el saneamiento del arbolado. Especies que , hasta ahora, habían visto mermadas sus poblaciones por distintos avatares.

Esas vidas que dan vida son vidas suspendidas, porque se alojan en las cajas de biodiversidad que se nos presentan colgadas de las ramas de los mismos árboles que van a cuidar. Pajarillos, murciélagos, arañas, insectos polinizadores... están ahí, suspendidos para recuperar sus poblaciones y reforzar con su presencia la salud del arbolado de nuestras dehesas.